25 de septiembre de 2024

Hallan semillas de teocintle con antigüedad de mil 400 años y con capacidad de germinar, en Altlzayanca; serán sometidas a un análisis riguroso: Hernández

Ciudad de México (17-Marzo-2024).- Especialistas someterán a un diagnóstico riguroso semillas de la subespecie teocintle (conocida como el ancestro del maíz) con capacidad de germinar, las cuales fueron descubiertas en un predio de Atltzayanca, luego de haber permanecido alrededor de mil 400 años en ese lugar, por lo que de corroborarse que no existe registro similar en México, representaría un hallazgo relevante no solo a nivel local sino mundial.Al respecto, Cornelio Hernández Rojas, antropólogo estudioso de maíces nativos, informó que el pasado viernes 8 del presente mes, fueron presentados los resultados de los primeros estudios realizados a esa planta y la propuesta del proyecto, por parte del investigador Rafael Guzmán Mejía, experto en teocintle perenne, quien lo descubrió en el estado de Jalisco.

“Tan solo, en el país, no se ha reportado el hallazgo de ninguna semilla de maíz, que haya formado parte de una ofrenda (prehispánica) pero que conserve su capacidad de germinar, estas serían las primeras”, realzó.

Explicó que en 2021, en una fosa cavada en ese año y en sus alrededores, emergieron plantas de esta subespecie en una parcela ubicada en la comunidad de Concepción Hidalgo, municipio de Atltzayanca, cercana a la zona arqueológica de Xalasco.

Las semillas de esta primera generación de teocintles -citó-han sido analizadas inicialmente por Guzmán Mejía, investigador del Centro Universitario de la Costa Sur Guadalajara, Jalisco, quien reportó que entre estas semillas halló una variedad de la que hasta ahora no existe registro de identificación ni con descripción taxonómica.

El predio donde se realizó el hallazgo es propiedad de Carlos Morales Sánchez, Jaime Morales Lara y Carlos Morales Lara, donde se encuentra establecida una huerta de durazno, añadió.

Mencionó que la excavación de la fosa también puso al descubierto semillas que estaban hasta el fondo, así como fragmentos de cerámica prehispánica de posible influencia teotihuacana, y lo que pudo haber sido un lugar de colocación de ofrendas, sin hallar otras cosas porque sus paredes “fueron cosidas con barro”.

En el periodo de lluvias del ciclo 2021, sobre esa tierra removida germinaron plantas de teocintle o milpilla, las cuales crecieron y fructificaron, por lo que los dueños de ese terreno conservaron fragmentos de follaje y cápsulas de esta subespecie, abundó.

El 17 de diciembre de 2023 -enfatizó-, una de las muestras de las semillas de teocintle cosechadas y conservadas por esa familia, fue donada a Rafael Guzmán, quien las analizó y encontró tres subespecies.

El contenido de este estudio lo compartió con el propio Cornelio Hernández Rojas y con Raymundo Lucio Vázquez Mejía, agricultor, quienes forman parte del equipo de trabajo, al que también se integró el cronista de Atltzayanca, Oscar Huacuja Montiel.

El pasado lunes 4 de marzo estas personas realizaron una expedición en ese predio y localizaron aproximadamente 200 semillas de teocintle, de las cuales algunas se encuentran “en perfectas condiciones y se nota que son muy antiguas, mientras que otras solamente son fósiles y unas murieron en etapa de germinación”.

Sin precisar cifras, Hernández Rojas dijo que estos trabajos se han realizado con apoyo económico de la Secretaría de Cultura, la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) y el ayuntamiento de Atltzayanca, pero el resto de gastos los ha absorbido el investigador.

Agregó que a partir de este momento se pondrá en marcha el proyecto sobre esta subespecie y que en una primera etapa se efectuará la identificación de estos teocintles; posteriormente se realizará la siembra para obtener la descripción taxonómica.

“Bajo la supervisión de Guzmán Mejía, inicia el análisis de este material para después sembrarlo en el vivero de alta tecnología de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco (Semadet), ubicado en Vallarta”, a fin de describir sus características, como el número de hojas, altura, etapa de floración y otras.

También, permitirá corroborar que no haya un registro similar en México; aunque -puntualizó- por el contexto, tal parece que se trata de maíces que estuvieron depositados en esa zona de Atltzayanca por lo menos durante mil 400 años, de ahí que es un hallazgo muy importante no solo a nivel local, sino estatal, nacional y mundial.

En este sentido, mencionó que en algunos lugares se han encontrado restos de semillas, como en Oaxaca y Tehuacán, Puebla, pero sin conservar esa capacidad de germinar.

El análisis del genoma de este teocintle se efectuará en el Smithsonian Institute, en Washington, Estados Unidos, pero los resultados no se obtendrán en este año, pues la siembra se llevará a cabo a mediados de este año y se prevé que unos ocho meses después se darán a conocer sus características taxonómicas.

Recalcó la importancia histórica de este descubrimiento; sin embargo, precisó que está subespecie no podría utilizarse en su condición actual para reproducirla con fines alimenticios, “pero lo que sí es posible es que los genetistas aprovechen parte de la fortaleza que pudiera arrojar para integrarla a los maíces vigentes, pues se requiere generar especies resistentes, sobre todo a la sequía como consecuencia del cambio climático”.

Hernández Rojas aludió al significado que se le da a Tlaxcala como lugar de la tortilla de maíz, “por lo que -subrayó- siempre he dicho que el estado tiene alma y corazón de maíz, pero ahora puedo decir que también tiene memoria de maíz”.