25 de noviembre de 2024

AL VUELO/ Por Pegaso

Lastres

Yo al principio de la campaña para gobernador, y creo que hasta la mitad de la misma, notaba una desproporcionada ventaja del candidato de la alianza MORENA-PT-PVEM, Américo Villarreal Anaya “El Doctor”, sobre su oponente de la alianza PAN-PRI-PRD, César Verástegui Ostos “El Truco”.

La diferencia era de casi dos a uno, a favor del primero.

Fue hace poco más de una semana, cuando arreció la guerra sucia, que los momios empezaron a emparejarse.

Yo lo veo en la cantidad de gente que entra a los eventos políticos que encabezan ambos. Son masivos y le avientan mucha enjundia.

Los dos, desde mi muy personal punto de vista, han realizado campañas muy llegadoras: Américo proponiendo un cambio verdadero y buscando aterrizar la 4T en Tamaulipas, con un estilo muy sobrio y austero, como asegura que será su gobierno.

Por el otro lado, Verástegui trae una campaña más alegrona y hasta ha aprendido a bailar. No falta en los discursos por ahí alguna frase picarona, como la que se aventó “El Cachorro” René Cantú Galván durante el evento de este domingo al animar a los asistentes: “¡Con una chingada, más fuerte!”

El Truco trae como bandera los logros en seguridad pública y su experiencia de más de cinco años como Secretario General de Gobierno.

Pero tienen algo en común: Un lastre.

El de Américo es el Pejidente de la República, ALMO, y el parche mal pegado del Truco se llama Testa de Bovino.

No sé cuál es peor. Creo que el triunfo estará del lado del candidato a quien le pese menos su lastre. Y en política, como en el ajedrez, gana el que tenga menos errores.

Decía yo que durante la primera parte de la campaña, a Américo se le vio muy confiado, pero la guerra sucia y la bocota del Pejidente no lo están ayudando mucho.

El viejito que vive en Palacio Nacional y tiene su Mañanera todos los días, ya chochea, y muchos han llegado a pensar que debe tener conectado el orificio posterior con la cavidad bucal, porque cada que habla la defeca.

Y por el otro lado, tenemos a un gobernador represivo, autoritario, corrupto, corruptor, valemadrista y gandalla. Un “emperadorcito”, como lo calificó Américo en el evento que tuvo con mujeres ayer por la mañana.

En la reunión masiva donde se tomó protesta a la estructura electoral de la alianza PAN-PRI-PRD, estuvo el Gobernador, Testa de Bovino, pero no dijo ni pío. No porque no quisiera opacar al candidato, sino porque el IETAM le tapó la bocota y le prohibió que metiera los cuernos en el proceso electoral.

Cosa similar tendrá que ocurrir del otro lado. Ayer domingo por la tarde, el carnal Marcelo Hebrard llegó a Reynosa para estar presente en un evento masivo donde tomó la palabra.

Aunque la ley concede a los funcionarios públicos participar en política durante su tiempo libre, como los sábados y domingos o los días hábiles a partir de las 5 de la tarde, es éticamente criticable que se utilice su imagen para promocionar a los candidatos.

A poco de entrar a la recta final de la campaña, no me queda muy claro para dónde se va a inclinar la balanza de la voluntad ciudadana.

Hubiera jurado que Américo se la llevaría holgadamente, sin embargo, los últimos acontecimientos obligan a pensar que será un proceso muy reñido y quizá, judicializado.

Vámonos con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: “Individuo que posee mayor cantidad de fluido salival, engulle mayores porciones de maíz tostado molido y adicionado con azúcar y canela”. (El que tiene más saliva, traga más pinole).