(30-Enero-2025)
Investigación Especial
Por Alberto González Káram
• Estabilidad de precios para mantener inflación baja en rango de +/- 3.0 por ciento, permitirá protege poder adquisitivo de economías familiares en dos años 2025-2026
• Reducciones de tasa de referencia de una magnitud mayor a las aplicadas en 2024 con la meta de tasa de interés real o costo del dinero del 8.0 por ciento en 2025
La autorización del Programa Monetario 2025 se orienta a mantener la estabilidad económica y desarrollo del sistema financiero de México al conservar la autonomía del Banco de México (BANXICO) que le permita mantener niveles bajos de inflación y mejorar el poder adquisitivo de la moneda nacional, lo cual es fundamental para el desarrollo económico y bienestar de la población.
Las inflaciones general y subyacente disminuyeron ininterrumpidamente en los últimos 39 meses y se espera que la inflación general converja a la meta de +/- 3.0 por ciento en el tercer trimestre de 2026 y que la inflación subyacente alcance dicho nivel en el segundo trimestre de 2026, tomando en cuenta la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que prevalezca aun considerando los ajustes que se implementen, incluyendo las afectaciones de choques globales seguirán desvaneciéndose.
La estabilidad de precios consiste en mantener la inflación baja en un rango de +/- 3.0 por ciento, a fin mantener más estables los precios de bienes y servicios, lo que permitirá proteger el poder adquisitivo de las economías familiares o de los hogares en un horizonte de dos años 2025-2026.
La expansión económica prevista estaría apoyada, primordialmente, por el consumo privado y, en menor medida, por la inversión.
En México se registra una deflación en los últimos 39 meses ininterrumpidamente al reducirse la tasa de inflación de 7.94 por ciento en 2023, 4.90 por ciento en 2024 a 3.69 por ciento en la primera quincena de enero del 2025, misma que continuará reduciéndose hasta el cuarto trimestre del 2026, siendo aprobado por la Junta de Gobierno del Banco de México (BANXICO) reducir el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día al nivel de 10.00 por ciento, con efectos a partir del pasado 20 de diciembre del 2024 hasta el próximo 6 de febrero del 2025.
Las 50 intervenciones económicas aplicadas en la política monetaria se orientaron en 34 ocasiones a reducir y mantener la Tasa de Interés Interbancaria que representaron el 68.0 por ciento de las decisiones de política monetaria y solamente en 16 se procedió a incrementar que equivalen al 32.0 por ciento restante, durante el período comprendido del 1º. de diciembre del 2018 hasta el 6 de febrero del 2025.
México ocupa el Tercer Lugar Mundial más atractivo del Grupo de los Veinte (G-20) para los inversionistas bursátiles internacionales y nacionales con la Tasa de Interés Interbancaria a un día al nivel de 10.00 por ciento, seguido de Brasil 9.29, Sudáfrica 7.7, India 7.3, Indonesia 6.7, Arabia Saudita 5.53, Reino Unido 5.30, Canadá 4.97, Estados Unidos 4.85, Australia 4.34, Singapur 3.3, Corea del Sur 3.05, Francia 2.82, Alemania 2.82, Italia 2.82, Zona Euro 2.68, China 1.69 y 0.7 Japón.
El actual panorama inflacionario y el grado de restricción monetaria prevaleciente, podría dar lugar, tan pronto como en las primeras reuniones del año, a reducciones de la tasa de referencia de una magnitud mayor a las que se implementaron en 2024 y la postura monetaria restrictiva permanece en 2025.
Las cuentas externas en México son sostenibles, cuyo déficit de cuenta corriente se mantiene en niveles bajos como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022 y 2023 se ubicó en 1.2 y 0.3 por ciento, respectivamente y según las previsiones del Banco Central, en 2024 se espera que se haya situado entre 0.5 y 1.0 por ciento, y para 2025 se estima una posición externa sólida al mantener el déficit en cuenta corriente en un rango de 0.4 a 1.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que permanece en niveles moderados y plenamente financiables.
México se encuentra respaldado con el crecimiento de reservas internacionales por 56 mil 478.3 millones de dólares al pasar de 173 mil 775.4 millones de dólares heredados por la administración de Peña-Nieto al nivel máximo actual de 230 mil 253.7 millones de dólares con un ascenso de dos dígitos 32.5 por ciento, convirtiendo al peso mexicano entre las divisas con mayor apreciación en su valor monetario.
México se ubica en el Octavo Lugar Mundial por mayor cantidad de reservas internacionales después de Japón, Suiza, Estados Unidos, Corea del Sur, Alemania, Italia y Francia, mientras que supera a los siguientes países: Israel, Polonia, Reino Unido, Canadá, España, Turquía, Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Colombia, Suecia y Australia.
Las reservas internacionales se integran actualmente con mayor cantidad de oro mexicano heredado por un máximo valor económico de 10 mil 255 millones de dólares y representan un cuantioso incremento del 23 mil 888.30 veces más con respecto a los 42.75 millones de dólares en oro a principios de la administración de Vicente Fox Quezada.
México cuenta con un nivel adecuado de reservas internacionales al dar confianza de que el país podrá enfrentar condiciones económicas y financieras externas particularmente complejas
Las reservas pueden complementarse con recursos provenientes de la Línea de Crédito Flexible (LCF) contratada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un monto de aproximadamente 35 mil millones de dólares, debido a que México tiene un historial de implementar políticas macroeconómicas sólidas y su valoración refleja la confianza de la comunidad financiera internacional en las autoridades del nuestro país.
El sistema bancario mexicano mantiene una posición sólida al disponer de niveles adecuados de liquidez y cumple holgadamente con los requerimientos de capitalización. En particular, el índice de capitalización del sistema bancario fue de 19.39 por ciento, superior al mínimo regulatorio de 10.5 por ciento, lo cual muestra la capacidad que tendría la banca para absorber pérdidas no esperadas derivadas del incumplimiento crediticio de sus carteras.
La posición fiscal en nuestro país se circunscribe en un marco legal que busca preservar la sostenibilidad de las finanzas públicas que da certidumbre sobre la disciplina fiscal donde los niveles de gasto e ingresos públicos sean congruentes con una trayectoria del saldo histórico de la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) constante o decreciente en el mediano plazo.
El régimen de flexibilidad cambiaria aplicado en México registró un promedio anual del tipo de cambio de 20.2822 pesos por dólar al cierre del 2021, 20.1205 pesos por dólar en 2022, 17.7338 pesos por dólar en 2023 y se registró una apreciación de 18.3077 pesos por dólar al cierre del 31 de diciembre del 2024 y en los Criterios de Política Económica se autorizó como meta un promedio anual del tipo de cambio de 18.50 pesos por dólar al cierre de diciembre del 2025.
Lo anterior permitiría alcanzar mayores niveles de inversión, tanto nacional como extranjera, así como una productividad más elevada, a fin de contribuir a un mayor desarrollo nacional, creación de más y mejores empleos y, a un mayor bienestar para la población mexicana.
Los resultados acumulados de inversión extranjera por 199 mil 992.69 millones de dólares, posicionando en la Tercera Potencia Mundial a nuestro país después de Estados Unidos y Brasil al superar a los siguientes: Canadá, Australia, Francia, Países Bajos, España, India, Alemania, Indonesia, Suecia, Argentina, Chile, Israel, Italia, Polonia, Turquía, Portugal y Corea del Sur contando con 575 anuncios de inversión extranjera por 170 mil 644 millones de dólares, resultando una prospectiva de inversión extranjera directa acumulada superior a 370 mil 636.69 millones de dólares que permitirán rebasar a Brasil al cierre del 2025.
El desarrollo del sistema financiero es fundamental para el crecimiento y estabilidad económica en México al permitir que los ahorros de las personas y empresas se dirijan a proyectos productivos, como la creación de nuevas empresas, expansión de negocios existentes y la inversión en infraestructura, así como los siguientes beneficios:
La facilitación del comercio al proporcionar los medios de pago y herramientas financieras necesarias para realizar transacciones económicas comerciales, tanto a nivel nacional como internacional.
En la gestión de riesgos se ofrecen instrumentos para mitigar los riesgos financieros, seguros y derivados, que permiten a las personas y empresas protegerse ante eventos adversos.
La provisión de información financiera consiste en generar información sobre el desempeño de las empresas y economía en general, lo que facilita la toma de decisiones de inversión y financiamiento.
En la promoción del crecimiento económico al facilitar la inversión y creación de empleo, el sistema financiero impulsa el crecimiento económico a largo plazo.
La mejora de la eficiencia en la asignación de recursos permite que se dirijan a los proyectos más rentables y productivos, maximizando el impacto de la inversión.
El fomento de la estabilidad financiera bien regulada ayuda a prevenir crisis financieras y a mantener la estabilidad económica.
La reducción de la pobreza y desigualdad al facilitar el acceso al crédito y a otros servicios financieros, el sistema financiero contribuye a la reducción de la pobreza y desigualdad.
El sistema financiero mexicano robusto y bien desarrollado es esencial para el progreso económico y social , ya que facilita la inversión, comercio, gestión de riesgos y estabilidad económica.
Las metas consisten en alcanzar crecimiento del Producto Interno Bruto del 3.0 por ciento, Inflación o crecimiento de precios del 3.0 por ciento anual, Tipo de cambio nominal de 18.5 pesos por dólar, Tasa de interés real o costo del dinero del 8.0 por ciento anual, Precio de la Mezcla Mexicana del Petróleo de 57.8 dólares por barril, Plataforma de producción de petróleo crudo de 1 millón 891 mil barriles diarios, y Plataforma de exportación de petróleo crudo de 892 mil barriles diarios.
Los beneficios del Programa Monetario 2025 se resumen en la estabilidad del poder adquisitivo genera confianza en la moneda nacional; baja inflación y estabilidad macroeconómica favorece el crecimiento económico; y continuar con la autonomía del Banco de México (BANXICO) implica una estricta responsabilidad de transparencia y rendición de cuenta.
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