3 de febrero de 2025

Los Broncos de Don Burgos

Por Oscar Díaz Salazar

Compromete, y mucho, la visita que hizo el gobernador Américo Villarreal al estadio de beisbol de Reynosa, «Adolfo López Mateos», durante su gira por los municipios de la frontera que atendió en la semana que concluye.

Se deduce que al acudir a atestiguar las obras de remodelación del parque de beisbol, se extiende el visto bueno a la «cesión de derechos», concesión o cual sea la figura legal que utilizaron para que el empresario gasolinero y transportista de hidrocarburos, Jorge «Burgos» García Velasco, utilice como mejor le convenga ese espacio para la practica y el espectáculo del beisbol.

El «comodato» para que «Don Burgos», con B grande, disponga del inmueble ubicado en el bulevar Hidalgo de Reynosa, fue tema de críticas, tanto positivas como negativas, para el Ayuntamiento de Reynosa, y para el beneficiario, que a estas alturas ya ha invertido una buena lana en el remozamiento del parque, que por cierto le cedieron en pésimas condiciones, otros particulares que en su momento dispusieron del parque por recomendación y protección de la clicka de los cabezones.

Con la visita del gobernador a la obra, y a la convivencia / comida que celebraron la comitiva del gobernador, la del presidente municipal y la del empresario Burgos, es de esperar que se otorgue la autorización que debe expedir el Congreso del Estado para los actos que comprometen el patrimonio municipal más allá del periodo trianual de los Ayuntamientos.

La promesa de traer un equipo de la Liga Mexicana de Beisbol a Reynosa, ha despertado simpatía en una plaza beisbolera, como lo es Reynosa, la casa de los Broncos y de los Bravos, que son los nombres que ha tenido el equipo local.

Por cierto que no comparto las críticas que he leído en redes sociales al gobernador por esa visita al estadio López Mateos, y me parece que los panistas han reciclado la crítica que le hacen al expresidente López Obrador por su afición al Rey de los Deportes. En cuanto al gobernador y su visita al parque de pelota, les digo que la inversión es privada y el beisbol como deporte o como espectáculo, es una diversión familiar y sana.

Desde luego que es muy válido discutir sobre la concesión de un bien público. Lo que no comparto es la crítica a López Obrador por ser fanático del beisbol, sobre todo las que vienen de individuos que jamás han criticado las carretadas de dinero público que se gastan en el negocio del futbol profesional.

Concluyó compartiendo una anécdota familiar que me contó mi madre (que aunque lo duden, tengo): me decía la autora de mis días que ante la posibilidad de elegir entre varias ciudades para laborar, y por lo tanto residir, mi padre y madre, maestros ambos, se decidieron por la ciudad donde jugaban los Broncos de Reynosa, precisamente por el atractivo de ir a los juegos.