4 de febrero de 2025

La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Finalizó la luna de miel en Reynosa

(3-Febrero-2025).- La insaciable voracidad, de los Makyiavélicos está poniendo en riesgo su hegemonía en Reynosa, Tamaulipas. Ya presenta sus primeras fisuras el enorme poder que construyeron en más de 25 años y en más de tres partidos.

La inconformidad ciudadana ya brotó en las calles.

Centenares de comerciantes ambulantes, se manifestaron contra las medidas recaudatorias del alcalde Makyito Peña Ortiz; demandan el freno al alza de cuotas por ejercer su trabajo en las calles de la ciudad.

De 150 pesos mensuales, el jefe edilicio pasó a cobrarles 500.

Casi un 250 por ciento de aumento.

Absurda y ventajosa decisión.

Sobre todo, porque en sus lineamientos generales MORENA el líder de los partidos coaligados –PT y PV– ha reafirmado su negativa a incrementar impuestos. En lugar de esa actitud que caracterizó a los gobiernos neoliberales –del PRI y PAN–, el morenismo proponía el ajuste de las políticas enfatizando en la austeridad republicana; no a más cargas impositivas al pueblo.

Los diputados locales reynosenses, Humberto Prieto, Magaly Deándar, y hasta Eva Reyes que milita en el mismo establo de los Makyiavélicos, diplomáticamente se opusieron a la medida y convocaron al soltero maduro, a recapacitar y negociar con los vendedores ambulantes.

Los afectados, también acusaron a los inspectores del ayuntamiento de un trato prepotente y soberbio.

Traiciona a los Makyiavélicos su verdadera forma de pensar; su cosmogonía que empata con los que más tienen y el desprecio a los que menos tienen.

Nada más coincidente con el pensamiento conservador.

¿Por qué castigar a los pobres?

¿Por qué no imponer impuestos a los que más tienen –el predial, por ejemplo–?

¿Es racional un 250 por ciento de incremento?

¿Y el Cabildo, por qué no sale en defensa de los ciudadanos?

¿Y los regidores de MORENA y del PAN?

Algo que hace aún más despreciable el aumento de las cuotas a los menesterosos, es que pagan sin recibir recibo alguno. Es decir: no hay señales que ese dinero pase al tesoro público. Más claro: van directamente al bolsillo del alcalde Makyito y de su apreciada madre, Maky Ortiz Domínguez.

Efectivamente: los Makyavélicos no rinden cuentas al Congreso del estado de ingresos que deberían estar en su gasto público y en su Ley de Ingresos.

Por lo cual se infiere, que Maky y sus familiares están defraudando a la ciudadanía y a todos los órganos fiscalizadores del gobierno estatal. Por eso, los diputados reynosenses andan que echan lumbre. Intentan hacerlos cómplices por omisión, de los atracos en despoblado que ejecutan sin ningún pudor tan rapaz familia.

Se acabó la luna de miel en Reynosa.