Vómito
En política existe una figura que pocos reconocen y que aún menos quisieran experimentar.
Se le conoce como “vómito negro”.
El “vómito negro”, como ya se podrán imaginar mis dos o tres lectores, es lo que los políticos deshonestos tienen que regurgitar para poder salir bien librados de sus raterías.
Alcaldes, gobernadores y hasta presidentes de la República pillines que robaron miles de millones de pesos generalmente salen con cuentas mochas y varias órdenes de aprehensión.
Para poder arreglar las cosas y más o menos salir bien librados, tienen que recurrir al “vómito negro”, lo que significa que parte de su ganancia ilegal tiene que ser repartida entre las autoridades encargadas de juzgarlos, como jueces, magistrados y legisladores.
Pues eso, más o menos, es lo que tuvo que hacer Cabeza de Vaca.
Ayer decía en esta misma columna, antes de que la Suprema Corte de Justicia resolviera que sigue con fuero de aquí al 30 de septiembre y que no procede la orden de aprehensión en su contra, que “si la SCJN no se ha dejado sobornar nuevamente por los millones del “vómito negro” que ha soltado el gobernador desaforado, se deben resolver las controversias que impiden la liberación de la orden de aprehensión que tiene vigente por delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal”.
Todos con quienes comenté durante la mañana y la tarde acerca de esta sospechosa resolución coinciden que Cabeza de Vaca tuvo que dar un billetón para poder librar por el momento las largas garras de la justicia. El famoso “vómito negro”.
Pero no será por mucho tiempo. Ya lo dijo el Gobernador Electo Américo Villarreal Anaya que Cabeza deberá enfrentar la ley a partir del primero de octubre.
Todo era jolgorio y alegría este miércoles en Palacio de Gobierno, en la Torre Gubernamental, en la sede del Comité Directivo Estatal, en el Congreso del Estado y por supuesto, en la Casa de Gobierno, porque aseguran que Cabeza de Vaca es inocente, es virgencito y riega las flores, es una madrecita de la caridad y una blanca paloma.
Y sin embargo (como decía Galileo Galilei cuando la Iglesia lo condenó por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol) el enriquecimiento que logró durante los casi seis años que estuvo al frente del Gobierno estatal es más que evidente y no se justifica con su salario.
Posee, junto con sus hermanos, residencias en el Valle de Texas, ranchos en Soto la Marina y abultadas cuentas bancarias, situación muy diferente a la que tenía antes de incursionar en política, cuando era un humilde chamoyero y vivía de la lana que le daba su suegro.
Pero que no se confundan los lamehuevos: Lo que la Suprema hizo en realidad, fue reconocer la procedencia de la controversia constitucional que promovió su Congreso para protegerlo de ir a la cárcel durante el tiempo que le resta como gobernador, porque si en algo es clara la Constitución es que los juicios de procedencia dictados por la Cámara de Diputados constituida en Tribunal, son inatacables. Y yo no me imagino que algo sea inatacable si es atacado de algún modo.
El juicio de desafuero ahí está. El gobernador está desaforado. Sólo ganó algo más de tiempo para preparar sus tiliches y salir huyendo del país. Los magistrados dieron una solución política. Untadas las manos con el “vómito negro”. Y tal vez con la instrucción de más arriba de evitar que el moderno Nerón incendiara el Estado si las cosas hubieran resultado diferentes.
Pero hay que esperar al primero de octubre. Aún tiene al menos una orden de aprehensión vigente por defraudación fiscal y tendrían que moverse muchos hilos de la política al más alto nivel para que se le exonerara por completo.
Por cierto, el portal plumaslibres.com.mx define así el “vómito negro”: “El “vómito negro” es resultado de un proceso sofisticado, primero, en lo “oscurito”, con amenazas de encarcelamiento para torcer conciencias y hacer “manita de puerco” a los habilones, previo sopeo que busca recabar información estratégica que servirá de guión para redes, spots, desplegados, pero sobre todo la entrega de voluntarias dádivas de lo que se llevaron, viles moches, recursos que no ingresan a Hacienda Federal o a las tesorerías estatales o municipales. Dinero fresco “para lo que se ofrezca o lo que se avecine”.
Pa’ que vean que no es invento mío.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso, cortesía de Vaquita la del Barrio: “Hembra bípeda de roedor denominado Rattus norvegicus, me dirijo verbalmente a tu persona”. (Rata de dos patas, te estoy hablando a ti).
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