27 de noviembre de 2024

La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

La emergencia del MC en la región

El escenario estatal, podría reacomodarse el 2024. El PAN, -y sobre todo sus mayorías militantes-, si dejan se apoltrone el panismo fronterizo como grupo hegemónico- podría irse al tercer lugar en la tabla de las preferencias en la región; el PRI, se petrificaría en un poco honroso cuarto lugar, en tanto el Movimiento Ciudadano tendría el paso libre para amacizarse en el segundo sitio, en tanto MORENA se consolidaría como indiscutible ganador en el paisaje sociopolítico de Tamaulipas.

¿Fantasioso?

No.

Son esas, las señales que están enviando a los electores los partidos en el estado.

La tensión -por el momento sorda, silenciosa en función de la postura con la administración estatal de la IV T- entre los albiazules ortodoxos -por llamar de un modo a los duros- y los albicelestes heterodoxos -por denominar a los negociadores-, está generando una especie de desaliento entre los simpatizantes de esa organización política.

Esa contradicción, tiene su mas clara expresión en el Congreso local. Algunos diputados panistas, están cansados del desgastante choque con los legisladores de MORENA. En el sur, también grupos militantes azules, perciben la actitud del Ejecutivo estatal y su administración de obstruir la llegada de Américo Villarreal Anaya al gobierno del estado.

Falta la resolución de la autoridad electoral sobre la inconformidad de algunos militantes en la reelección del Chachorro Cantú; de no prosperar, se daría larga vida a la política kamikaze del panismo reynosense que va camino a la autoinmolación.

El triunfo de ese panismo, abriría la posibilidad de candidaturas frágiles el 2024. Y ello, conllevaría al crecimiento de otras opciones.

El PRI, insiste en hundirse. Su único espacio para mostrarse en la vitrina política en la entidad, es el Congreso; casi desaparecido del poder en los Ayuntamientos, sólo dos elementos ondean la bandera tricolor en el parlamento: Edgar Melhem Salinas y Alejandra Cárdenas.

Su alianza parlamentaria con el PAN, podría arrastrarlos a espacios inferiores, del ranking partidista. Sobre todo, si insisten en su actitud de votar con el panismo ortodoxo que sigue sin superar la derrota de julio pasado.

La fuerza emergente, que podría desbancar al PAN de su incómodo segundo lugar, es el MC. La actitud del panismo reynosense contra el dirigente real de los naranjas tamaulipecos, sacó de su empequeñecido liderazgo a Gustavo Cárdenas Gutiérrez. (El cierre de sus negocios, operó como una formidable dosis de vitaminas para el ex alcalde victorense).

Hasta el momento, Gustavo, en el Congreso local se ha sumado estratégicamente a los morenos, hecho que le ha dado un importante halo de simpatías ciudadanas.

De otra forma: ha sido un importante aliado de MORENA; un notable, compañero de viaje en este final sorprendente -si no fuera tan penoso, sería fársico- de la administración panista.

Ello lleva a inferir, que el MC, y su candidato a la senaduría podrían estar en los mismos meridianos en los cuales está posicionado MORENA, para seguir sofocando a un panismo que resultará incómodo para Villarreal Anaya.

(Falta el reacomodo de los partidos y sus candidatos presidenciales, pero en este momento, el MC -o más bien Cárdenas del Avellano- está en posibilidades reales de achicar una potencial candidatura al Senado de Francisco García Cabeza de Vaca).

Aún faltan muchas piezas en el ajedrez del 2024 en el estado y el país.

Aquí, ya se ve y se siente: PRI y PAN a la baja; MC, a la alza y MORENA en proceso de galvanización.