21 de septiembre de 2024

COMPARECENCIA DR. VÍCTOR M. VILLALOBOS ARÁMBULA SECRETARIO DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL ANTE LA COMISIÓN DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y DESARROLLO RURAL DEL SENADO DE LA REPÚBLICA*

20 de octubre de 2022

Muchas gracias, señora Presidenta.

Saludo con aprecio a las senadoras y los senadores miembros de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural,

Agradezco la oportunidad de continuar el diálogo franco y respetuoso que hemos sostenido a lo largo de casi cuatro años; en esta ocasión, con motivo de la Glosa del Cuarto Informe de Gobierno del Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador, en su capítulo dedicado a la autosuficiencia alimentaria y el rescate del campo.

Quienes estamos en este recinto compartimos una convicción: este sector es crucial para el desarrollo del país; por eso trabajamos para consolidarlo como un pilar del crecimiento económico y una fuente de bienestar, tanto para las familias que habitan en los territorios rurales, como para la población que depende de su producción para alimentarse.

Entiendo que los posicionamientos, dudas, comentarios y críticas que ustedes expresen el día de hoy, no tienen otro propósito que el de alcanzar esos objetivos. Espero que, como fruto de este diálogo, acerquemos posiciones en favor de México.

Asumo que también compartimos la legítima preocupación por la difícil situación que, derivada de un entorno internacional particularmente complejo, está afectando a nuestro país, así como al resto del mundo.

Como suele ocurrir, las crisis afectan de manera diferenciada a países y a grupos sociales, y siempre sus consecuencias terminarán agravando la situación de los más vulnerables, si no se toman medidas para evitarlo.

En los últimos años, han confluido factores que han alterado la normalidad de las cadenas productivas y comerciales a nivel global: la irrupción de la pandemia de la COVID 19 y la crisis económica aparejada; así como, los fenómenos climáticos adversos en varias partes del planeta.

La principal consecuencia ha sido una mayor presión sobre el precio de los alimentos y las materias primas, la cual ya se venía dando desde antes de los eventos mencionados.

A esta problemática se sumó el incremento en los costos de la energía y en el precio de los insumos necesarios para la producción agrícola, debido al conflicto bélico en Europa del Este, que involucra a dos grandes productores mundiales de granos y de fertilizantes nitrogenados y fertilizantes potásicos.

Estas crisis, superpuestas en el tiempo, han confirmado que los principales objetivos para el sector trazados por la administración del Presidente López Obrador, son correctos y tienen plena vigencia.

Una evidencia clara de su pertinencia es que durante la pandemia el campo no se detuvo, no hubo desabasto de alimentos, ni compras de pánico.

Desde el inicio, esta administración se propuso alcanzar la seguridad alimentaria con soberanía, incrementando la producción nacional para garantizar a todas las familias mexicanas, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes.

Esta propuesta la hicimos advirtiendo de los enormes riesgos que se corren al depender de las importaciones de alimentos básicos, principalmente maíz, frijol trigo, arroz, leche y carnes de res, de cerdo y de ave; un riesgo que las actuales circunstancias han confirmado.

También se estableció la prioridad que tendría en las políticas públicas el combate a la pobreza en el campo, destinando apoyos directos, sin intermediarios, a los productores de pequeña y mediana escala, quienes constituyen el 85% de los agricultores, ganaderos, pescadores y acuicultores del país, y producen más del 50% de los alimentos que consumimos.

Dicho lo anterior, permítanme reportar algunos de los avances.

A junio de 2022, el Programa de Producción para el Bienestar registró un avance del 84%. El Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, asignó 14,007 millones de pesos para la operación del programa, y para junio ya habían entregado 12,880 millones.

Los apoyos productivos directos se destinaron en su mayor parte a la producción de granos básicos (maíz, frijol, trigo y arroz) y de café, caña de azúcar, cacao, miel, amaranto y chía, beneficiando a 1,807,367 productores.

Además de estos apoyos directos estamos brindando el acompañamiento técnico que permita fortalecer la capacidad productiva de estos agricultores.

Cabe resaltar que 34% de beneficiarios son mujeres productoras; además de tener incidencia en 1,033 municipios con población indígena; adicionalmente el 61% de productores apoyados se encuentran en la región sur-sureste; esto con el propósito de ayudar más a los sectores y regiones más desfavorecidas.

También continuamos con la estrategia de fomento al financiamiento formal de los beneficiarios del Programa Producción para el Bienestar, a través del Fondo Nacional de Garantías de los Sectores Agropecuario, Forestal, Pesquero y Rural (FONAGA), a fin de que productores de pequeña escala de arroz, maíz y café que nunca habían tenido posibilidad de acceso a un crédito, pudieran incrementar su producción de granos, haciendo uso de este servicio.

El Programa de Fertilizantes para el Bienestar busca incrementar la producción de los cultivos prioritarios de los productores de pequeña escala.

Hoy, con las ya mencionadas dificultades por las que atraviesan los mercados globales de estos insumos, el Programa se vuelve estratégico; y para el gobierno federal es una prioridad encontrar alternativas, como los bioinsumos, que permitan mantener y ampliar la producción de alimentos básicos y avanzar hacia la autosuficiencia alimentaria.

En 2021 este programa benefició a 394,983 productores de pequeña escala, con 180,885 toneladas de fertilizantes, para atender 602,949 hectáreas de maíz, frijol, hortalizas y arroz en los estados de Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Para 2022, con la incorporación de Chiapas, Oaxaca, Durango, Nayarit y Zacatecas, al 30 de septiembre se han apoyado 717 mil productores, superando la meta 700 mil establecida en el PACIC.

El Programa de Precios de Garantía es clave para aumentar los ingresos de los pequeños productores, y al mismo tiempo la oferta de alimentos básicos. Entre septiembre de 2021 y junio de 2022, tuvo una derrama económica de 6,061.5 millones de pesos, en beneficio de 67,741 pequeños y medianos productores de maíz, frijol, arroz, trigo panificable y leche.

Este programa ha propiciado un incremento de 21.5% real en el ingreso de los productores rurales, respecto del precio medio rural de sus productos en 2018. Asimismo, fue determinante para una producción de 3, 569,918 toneladas adicionales de granos y 335 millones de litros de leche a la disponibilidad alimentos.

Entre septiembre de 2021 y junio de 2022, a través del Programa de Adquisición de Leche Nacional, a cargo de LICONSA, se adquirió leche fresca de 3,323 productores nacionales en 14 entidades federativas, por un volumen de 335 millones de litros, lo que representa una derrama económica de 2,966.4 millones de pesos

El conjunto de acciones emprendidas mediante los programas prioritarios benefició a cerca de 30 millones de personas, entre productores agropecuarios y acuícola pesqueros y habitantes de localidades rurales y zonas urbanas de alta y muy alta marginación, a quienes se les ha incluido en las actividades productivas del campo y se les ha garantizado su acceso a la alimentación.

Además, ha sido posible disponer de una canasta básica alimentaria SEGALMEX, la cual se distribuye a través de más de 24 mil tiendas en las zonas rurales y urbanas de alta y muy alta marginación, donde la población ha tenido un significativo ahorro, ya que esta canasta se vende a un 19.7% menos que en las tiendas convencionales.

Aquí hay que resaltar que, entre septiembre de 2021 y junio de 2022, el Programa de Abasto Rural de DICONSA amplió su cobertura en 2,674 puntos de atención para llegar a 25,881 localidades, en 2,216 municipios, lo que representa el 90.2% del total nacional.

En el primer semestre de este año, el Programa de Abasto Social de Leche atendió mensualmente, y en promedio, a 5.4 millones de personas; de ellas, 3.6 millones (66.7%) se localizaron en el ámbito urbano y 1.8 (33.7%) en zonas semiurbano-rurales, quienes adquirieron leche LICONSA a precios por debajo del que se vende en las tiendas comerciales.

El sector pesquero y acuícola, apoyado por BIENPESCA, contribuye tanto a la autosuficiencia alimentaria, como al bienestar de la población dedicada a las actividades pesqueras y acuícolas, a quienes se les otorga un apoyo económico directo individual de 7,200 pesos.

En 2021 se entregaron 1,427.3 millones de pesos a 198,234 pescadores y acuicultores, 22%, de los cuales fueron mujeres. En el primer semestre de 2022, se ha beneficiado a 117,524 pescadores y acuicultores, ubicados en 29 de las 32 entidades federativas, de los cuales 21,227 fueron mujeres.

Además de estos programas prioritarios, la SADER y sus entidades coordinadas continuaron brindando apoyo a todos los productores mediante la entrega de bienes públicos, lo que permitió que nuestro país continúe siendo una potencia agroalimentaria mundial, gracias a la productividad y la competitividad de sus exportaciones.

En 2021 nuestro sector continuó mostrando un comportamiento positivo. El PIB agroalimentario tuvo un crecimiento de 2.6% en esa año y en el primer semestre de 2022 fue de 2.9%. Asimismo, al cierre del año agrícola 2021 se reportó un crecimiento del volumen de la producción de 1.3% y en los primeros seis meses de 2022 ha sido de 1.6% anualizado.

La producción de alimentos, en 2021, ascendió a 294 millones de toneladas y las expectativas para 2022 son de 297.2 millones, 1% más que el año anterior.

Este incremento será resultado de una producción agrícola 271 millones de toneladas, 2 millones más que en 2021; una producción ganadera de 24.1 millones de toneladas, un aumento de 500 mil respecto al año pasado; y del crecimiento de la pesquera en 38 mil toneladas, para llegar a 2 millones.

El sector primario dio empleo a 6.7 millones de trabajadores en el segundo trimestre del 2022. Más producción de alimentos es resultado del trabajo de las mujeres y los hombres del campo. Así lo revelan los datos de México en el informe de la FAO sobre seguridad alimentaria y nutricional.

El estudio del organismo internacional señala que en nuestro país se redujo la población subalimentada. Mientras en 2018, el 7.2 por ciento de los mexicanos estaban en esta situación, en 2021 era el 6.1 por ciento. Entre 2018 y 2021, en términos absolutos, 1.4 millones de mexicanos superaron su condición de subalimentación, logro que nos indica la necesidad de continuar por la vía establecida desde el inicio del actual gobierno.

Durante los primeros ocho meses de este año, al igual que ha ocurrido desde hace varios años, la Balanza Comercial agroalimentaria ha sido superavitaria. En el periodo enero a agosto de 2022 tuvo un saldo positivo de 5,286 millones de dólares.

Como lo he afirmado siempre: el mérito es de nuestros productores. La SADER y sus entidades, los apoyan con las diferentes acciones incluidas en su Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura.

Adicionalmente a estas acciones, quisiera destacar los servicios de fitosanidad, salud animal e inocuidad de los alimentos, los cuales van mucho más allá de los que se ofrecen para la importación en aduanas; y que incluyen, entre otros, inspección y vigilancia epidemiológica, combate, control y erradicación de plagas y enfermedades, gestiones en apoyo a las exportaciones nacionales; así como los servicios enfocados a garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos.

Estos servicios, reconocidos internacionalmente, permiten proteger la productividad y la competitividad de nuestro sector, lo cual abona a la seguridad alimentaria de toda la población.

Las acciones enunciadas, cuyo detalle ustedes han podido revisar en el Informe del Ejecutivo entregado el primero de septiembre, fueron posibles con el ejercicio eficiente de un presupuesto austero, pero que afortunadamente ha venido creciendo.

Al concluir el ejercicio fiscal 2021, Agricultura registró un presupuesto modificado de 51,777.9 millones de pesos, de los cuales ejerció el 100%. Para 2022 recibimos un presupuesto de 55,788.9 millones de pesos, un incremento en términos nominales de 7.7%, respecto al autorizado en 2021.

El Proyecto de Presupuesto de Egresos 2023 presentado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados propone que los recursos destinados a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural serán de 70,527.9 millones de pesos, es decir, un crecimiento significativo del 26.4%, para seguir apuntalando la seguridad alimentaria con soberanía, el apoyo a todos los productores y la política de incrementar la oferta nacional, para contrarrestar la inflación importada.

Señoras y señores legisladores,
Antes de concluir, permítanme unos cuantos minutos para referirme a la situación actual y las medidas que, desde el sector agroalimentario está tomando el gobierno federal, apoyadas por una buena parte del sector productivo.

A pesar de la demostrada resiliencia de nuestro sector, es imposible soslayar que existe un efecto inflacionario muy importante, debido al incremento en el precio de los alimentos, provocado por factores a los que ya me he referido al inicio de mi intervención. Reitero que toda la economía mundial experimenta este proceso inflacionario, tanto en economías avanzadas como en aquellas en desarrollo.

Como es de su conocimiento, el gobierno federal realizó un primer esfuerzo de contención con el Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC), presentado el 4 de mayo, con el objetivo de estabilizar los precios de los alimentos.

Para nuestro sector se incluyeron medidas como el aumento de los apoyos a la producción de granos; la ampliación del programa de entrega de fertilizantes, el fomento de fertilizantes orgánicos y la eliminación de la cuota compensatoria para el sulfato de amonio; así como, la aplicación temporal de aranceles cero a la importación de 21 de los 24 productos de la canasta básica y 5 insumos estratégicos.

Además, la constitución de una reserva estratégica de maíz con la compra de 800 mil a un millón de toneladas de maíz; la aplicación de precios de garantía en maíz, frijol, arroz y leche que establece un precio mínimo de compra a pequeños productores y el fortalecimiento del programa de abasto social.

Cabe decir que el entorno internacional ha distado mucho de mejorar, por lo que el gobierno federal, nuevamente con apoyo del sector privado, ha redoblado el esfuerzo con el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (APECIC), con el objetivo de reducir en 8% el precio de la canasta básica, en un periodo de 6 meses, es decir de 1,130 pesos a 1,040, mediante la flexibilización de la importación de los productos que la integran.

La idea es incrementar la oferta de alimentos, por lo que se otorga a las empresas importadoras de productos de la canasta básica una Licencia Única Universal, para facilitar la importación y distribución de alimentos e insumos, y así contener su efecto inflacionario.

Esto es clave para entender el fondo del Acuerdo, se les confía una corresponsabilidad de asegurar que las mercancías que comercian cumplen con las normas sanitarias, de inocuidad y calidad.

Además de recordar que la medida es temporal y limitada, hay que aclarar que ni SADER, ni SENASICA, están abandonando su responsabilidad de proteger la sanidad agropecuaria y la salud de la población.

En ese sentido, hemos dispuesto lo necesario para que las empresas inscritas en el padrón cumplan con los requisitos, al tiempo que fortalecemos las medidas de vigilancia y de alerta en todo el territorio nacional.

Asimismo, seguimos apoyando al sector agroexportador, dialogando y ofreciendo garantías a nuestros socios comerciales de que la medida no les afectará.

Ante circunstancias extraordinarias se tienen que tomar medidas extraordinarias; y aunque es responsabilidad del Estado garantizar el derecho constitucional a la alimentación, hoy se requiere del apoyo de toda la sociedad para enfrentar esta contingencia, protegiendo más a los más vulnerables.

Muchas gracias y con todo gusto daré respuesta a sus intervenciones. Quedo a sus órdenes.