28 de noviembre de 2024

AL VUELO/ Por Pegaso  

Maras

Los migrantes centroamericanos y haitianos no vinieron solos.

A lo largo de su recorrido hasta esta frontera, los acompañaron individuos ligados a los grupos de la delincuencia organizada de sus países, a saber, los “maras” salvadoreños y la mafia haitiana.

Ahora operan dentro y fuera de los albergues, están armados y son peligrosos.

De vez en cuando aparecen en las colonias cercanas individuos golpeados y se habla incluso de desaparecidos, pero a nadie parece importarle.

Desde hace unas semanas, la Asociación Internacional de Derechos Humanos ha pedido que se ponga una caseta de vigilancia con elementos de la Guardia Nacional, puesto que la situación en ocasiones se torna peligrosa.

A efecto de conocer mejor el modus operandi de esos grupos, aquí presento la descripción que de ellos se hace en Internet.

Maras: Son sujetos que integran el grupo delictivo conocido como Mara Salvatrucha o MS-13. El MS-13 es una organización internacional de pandillas criminales cuyas actividades incluyen: Violación, narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo, entre otras.

Se originaron en Los Ángeles, California y se han expandido a otras regiones de Estados Unidos, Canadá, México, el norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras) y en el sur y oeste de Europa (Italia, Portugal, España).

La mayoría de las pandillas están integradas por inmigrantes centroamericanos (salvadoreños, guatemaltecos y hondureños), así como de algunos mexicanos y se encuentran activas en zonas urbanas y semiurbanas.

Los miembros del MS-13 se distinguen por tatuajes que cubren el cuerpo y, a menudo, la cara, así como el uso de su propio lenguaje de señas. Son conocidos por su uso de la violencia y un código moral propio que consiste, en su mayor parte, en crueles actos de venganza.

La Mafia Haitiana o Federación G9: A raíz de la muerte del presidente Jovenel Moïse, la actividad de los grupos delictivos en Haití se aceleró, y la calle es un hervidero de rumores y miedos. El más reciente dejó de ser eso, rumor, para convertirse en una amenaza real cuando el jefe de todas las bandas delictivas del país, Jimmy Barbecue Cherizier, apareció en YouTube leyendo un comunicado en el que promete venganza contra un grupo de poderosas familias de origen árabe.

Barbecue, como es conocido entre los haitianos, es un ex policía que hace más de un año logró algo inédito: Porner de acuerdo a todas las bandas criminales del país y conformar la Federación G9, una organización que extorsiona, roba y secuestra a la población y ataca a policías y a políticos de oposición a los que acusa de haberse unido a la “burguesía apestosa” para sacrificar a Moïse.

Encubierto en ese discurso político, Barbecue representa muchos de los males que los haitianos llevan sufriendo desde hace años. (El País, 11 julio 2021).

Como si no tuviéramos suficiente con nuestras propias mafias, seguimos importando elementos criminales de otros países.

No todos los centroamericanos y haitianos son malas personas.

Recién ayer por la tarde, cuando pasé a un mercadito a comprar algunas frutas, un negrito me despachó y muy sonriente me entregó la mercancía.

Yo le dije en tono de broma: “No pague lujos”, y se me quedó viendo con ojos de “¿what?”

Pero existen algunos indicios de que los grupos de pandillas operan tanto dentro como fuera de los albergues y eso es algo que hay que tomar en cuenta.

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “Posteriormente no expresen que un servidor no los advirtió”. (Luego no digan que no se los dije).