5 de noviembre de 2024

AL VUELO/ Por Pegaso

(14-Noviembre-2022)

INE 

Conforme avanza el sexenio, la gente va despertando de su letargo.

Si en los primeros tres años de gobierno de ALMO la oposición fifí, neoliberal y reaccionaria no juntaba ni a sus familiares, ahora se están viendo más movilizaciones, cada vez con más gente.

La convocatoria que tuvo este domingo la marcha #EL INE NO SE TOCA ya debe preocupar al cabecita de algodón.

Vimos en las tomas aéreas una cantidad de personas tal que no se puede dejar de tomar en cuenta.

No creo que en la mañanera de este lunes el Pejidente salga con su letanía de: “Yo tengo otroj datos”, porque es evidente que su credibilidad se erosiona poco a poco, pero de manera consistente, ante los yerros que ha cometido su Gobierno y ante la serie de intereses que ha afectado.

La batalla por el INE arrancó desde hace muchos meses, pero este fin de semana hizo crisis al presentarse el proyecto de reforma.

Decenas de miles marcharon en la capirucha, desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución, gritando consignas y enarbolando mantas de rechazo.

Por lo menos en esta ocasión, los foxes y calderones sí lograron movilizar a una buena cantidad de personas.

Aquí, en Reynosa, hicieron un plantón los panistas y priístas, pero éstos últimos ya no quisieron seguirle con la marcha hacia la plaza Miguel Hidalgo.

¿Cuál es el argumento del Gobierno de ALMO para querer acabar con el INE tal cual lo conocemos?

En primer lugar, el exagerado presupuesto que consume. Se trata de un monstruo gigantesco e insaciable, con funcionarios que tienen sueldos estratosféricos.

Para nadie es un secreto que el INE y los OPLEs, es decir, los institutos electorales de los Estados son manejados por intereses políticos, y muchas veces se prestan a negociaciones perversas o concertacesiones, permitiendo el fraude electoral con total desvergüenza.

Tercero: La duplicidad de funciones. Los OPLEs hacen exactamente lo mismo que el INE, pero a nivel local. En últimas fechas incluso el INE les ha hecho la chamba. Por eso mismo, está de más que existan dos niveles de instituciones dedicadas a organizar los procesos electorales. Nos ahorraríamos mucha lana si desaparecen estos.

Yo recomendaría también que no se hagan tantas elecciones. Que se armonicen las fechas para que sean cada tres años, en lugar de lo que actualmente ocurre, que no acabamos de salir de una cuando ya estamos en otra, y eso causa confusión, desgaste físico y monetario por donde se le mire.

Por otra parte, lo que arguyen quienes defienden al INE, es que el Pejidente y su partido lo que quieren es volver a los 60´s, cuando el instituto electoral era controlado por el gobierno y por consiguiente, también tenía el control de las elecciones.

Sí. Urge una reforma de fondo, pero no de manera tan radical que nos haga pensar que tienen razón los contras, de que estamos entrando ya en una dictadura.

Porque los gobiernos democráticos que empiezan con el control de la prensa, luego del ejército y después de los órganos electorales, inevitablemente recaen en dictaduras. Ya lo hemos visto a lo largo de la Historia.

Las propuestas de Pegaso son las siguientes:

Primus: Hágase la reforma para que se acaben todos los vicios actuales.

Secundus: No se cambie el nombre, porque eso no ayudaría para nada y sí generaría gastos por impresión de nueva papelería y los membretes.

Tertius: Investíguense a quienes hayan caído en complicidades con fraudes electorales y castíguense.

Quartus: Quítense los OPLE’s.

Quintus: Instruméntese el voto electrónico para que se pueda sufragar desde un teléfono celular.

Sextus: Háganse elecciones cada tres años incluyendo las consultas ciudadanas.

Estoy seguro que si atienden mis salutíferos consejos, tendremos una república más sana y un pueblo más participativo.

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “Es más valioso precaver que deplorar”. (Más vale prevenir que lamentar).