2 de octubre de 2024

El Kiosko/ Opinión Por Héctor Garcés

Nacida en Holanda o Países Bajos, Lisa van der Wal es una abogada defensora penalista con 24 años de experiencia.

Su bufete jurídico, De Roos & Pen B.V., con oficinas en Amsterdam, es un despacho de derecho penal que se especializó en una materia compleja: derecho económico financiero y fiscal penal.

Ella fue la encargada de investigar un caso que ‘difundieron’ algunos medios de escasa credibilidad y uno que fue inventado de la noche a la mañana en la red digital con un rimbombante nombre en inglés y con supuesta sede en Dallas (esa ciudad texana que tanto gusta a la familia del gobernador saliente Cabeza de Vaca): el supuesto depósito millonario en dólares en una presunta cuenta de Humberto Francisco Villarreal Santiago, uno de los hijos del doctor Américo Villarreal Anaya.

Como se sabe, el ahora gobernador electo de Tamaulipas siempre desmintió esa acusación y denunció que era una vil y cínica mentira para desacreditar su campaña electoral y manchar el nombre y la imagen de su familia.

Cuando Lisa van der Wal comenzó a examinar los estados bancarios de la supuesta cuenta de Humberto Villarreal Santiago en el SNS Bank aparecieron las primeras irregularidades, elementos que no correspondían con la forma en que son redactados y diseñados los estados de cuenta en Países Bajos.

Esto recuerda otro documento que fue falsificado y que fue revelado por un medio digital estatal, un oficio que portaba el sello del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) del gobierno de los Estados Unidos pero que exhibía una serie de errores técnicos. Es decir, era un documento ‘truqueado’ cuyo único fin era desprestigiar al entonces candidato de Morena a la gubernatura.

La conclusión preliminar de la abogada holandesa era obvia: esos estados de cuenta bancarios habían sido falsificados. No obstante, había que seguir adelante con la pesquisa.

El siguiente paso de la investigación fue comunicarse directamente con el SNS Bank tanto vía telefónica como por correo electrónico.

Además, la abogada envió una copia de los supuestos estados de cuenta, junto con el poder notarial y una copia del pasaporte del cliente, al departamento de Detección de Fraude Continuo (CDF) y les comentó sobre sus conclusiones preliminares sobre el diseño y los datos de los estados de cuenta bancarios.

La respuesta fue inmediata y contundente: los estados de cuenta bancarios específicos no eran, no son, estados de cuenta de SNS Bank. La cuenta simple y sencillamente no existe.

Para comprobar precisamente esto, que la cuenta no existe, Lisa van der Wal trató de realizar una operación muy sencilla: por el sistema en línea intentó transferir un dinero a la supuesta cuenta bancaria.

Lo que recibió fue una advertencia para verificar si la cuenta bancaria está a nombre del titular. Ese aviso significa que no hay coincidencia entre el nombre introducido y el número de cuenta.

Eso no fue todo: por medio de una línea en color naranja, se notificó que el número de cuenta no estaba en uso. El truco quedaba al descubierto.

La abogada holandesa especializada en derecho económico financiero y fiscal penal llegó a una conclusión que plasmó en su reporte: ‘La mencionada cuenta bancaria no existe y ciertamente no está abierta por el señor Villarreal Santiago’.

Una mentira más de los devaluados asesores de Cabeza de Vaca que se cayó a pedazos.

La confrontación del gobernador entrante y el gobernador saliente

Américo Villarreal acusó ayer a Francisco García Cabeza de Vaca de haber ordenado a un Juez de Control que liberara una orden de aprehensión en su contra y siete más en contra de quienes han formado parte de su grupo político cercano, algunos de ellos posibles integrantes de su futuro gabinete.

En una breve y fría respuesta, el gobierno cabecista desmintió el señalamiento, aunque señaló que sí existen órdenes de aprehensión que fueron giradas en 2018 y 2021 (‘casualmente’, años de candentes procesos electorales).

El gobierno estatal saliente puntualizó que por tratarse de ‘casos vigentes, no se pueden ofrecer más detalles’. Es decir, no se liberaron… pero sí.

Aquí surge una pregunta elemental: ¿Por qué el gobierno de Tamaulipas responde con un comunicado de dos párrafos y no con una rueda de prensa ofrecida por el gobernador del estado Cabeza de Vaca o, de manera directa, por el Fiscal General de Justicia, Irving Barrios?