27 de noviembre de 2024

Hipódromo Político/ Por Carlos G. Cortés García

19 de septiembre: ¡no hemos aprendido nada!

• Han pasado 37 años desde aquella mañana del 19 de septiembre de 1985, cuando un sismo de 8.1 grados lastimó severamente la capital de la república mexicana. Y la sociedad, claro que, al paso del tiempo, hemos aprendido. ¿Pero qué ha aprendido la autoridad federal en materia de Protección Civil? Tal parece que nada. Y ello lo desprendo del discurso “yoyista” y egocéntrico que este lunes ofreció en La Mañanera de Palacio, Laura Velázquez Alzúa, Coordinadora Nacional de Protección Civil, quien viene de un escandaloso fracaso en el rescate de los mineros de El Pinabete, en Coahuila y de la negociación con los familiares, en donde, al día de hoy, ni rescatados ni cuerpos. ¿Esperaba yo más de la licenciada en Historia y Arte? Sí, por supuesto que sí. Yo esperaba su renuncia.

Permítame iniciar esta colaboración, compartiéndole que yo no quisiera que “el gran sismo que se espera desde 1985”, nos llegue en este momento de la historia de México, cuando al frente del área de Protección Civil Federal, un área por demás sensible y estratégica, está encabezada Laura Velázquez Alzúa, quien es egresada de la licenciatura en Historia y Arte del Instituto Cultural Helénico y se ha desempeñado como Coordinadora de la Casa Cultural Azcapotzalco, entre otros cargos.

Y de ninguna manera se trata de discriminar a la funcionaria. La muestra más importante de su incapacidad la dio durante el “rescate” de los mineros atrapados en El Pinabete, en Coahuila, y durante más de 20 días se dedicó, como periquito, que el rescate de los trabajadores atrapados estaba cerca. Y nunca tuvo el valor de asumir que ese rescate sería imposible por las circunstancias que rodeaban esta lamentable tragedia. Es decir, Velázquez Alzúa fue incapaz de asumir que no se trataba de un rescate de mineros sino de una recuperación de cuerpos.

Y se trata de una incapacidad, desgraciadamente, producto de la falta de capacidad profesional y experiencia en el ramo. Y así quedó de manifiesto en el fallido rescate de mineros y cuerpos en Pinabete, en donde la salida más rápida del Gobierno Federal fue ofrecer una cantidad de dinero a los deudos para acallar el escándalo político. Y a partir de ahí, yo esperaba la renuncia inmediata de la funcionaria, lo que lamentablemente no ocurrió. ¿Se imagina el desempeño que tendría esta señora ante la ocurrencia del gran sismo que viene? Yo no y, la verdad, ni quiero.

De acuerdo con datos duros, cada año, en México, se registran alrededor de 30.000 sismos en promedio, y el Estado de Guerrero concentra alrededor de la cuarta parte de la actividad sísmica nacional. Por esta razón, para los expertos, la brecha de Guerrero es un lugar anómalo en la medida en que no ha ocurrido un sismo significativo, mayor a 7 grados, desde hace más de 110 años.

Así lo explicó Víctor Manuel Cruz-Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien prevé que, si la brecha sísmica se rompiera en su totalidad, ocasionaría un gran terremoto superior a los 8.2 grados de magnitud. Asimismo, el especialista en el tema reconoció que, mientras los terremotos no tengan repercusiones sobre la brecha sísmica de Guerrero, ésta sigue acumulando energía.

Pues este lunes, durante la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, Velázquez Alzúa ofreció un discurso “yoyista”: “hemos hecho…”, “hemos avanzado…” “hemos logrado…” “Hemos trabajado…”. ¿Enserio? Me parece un despropósito que esta señora “les haya echado tanta crema a sus tacos”, cuando fue incapaz de resolver el rescate de los mineros del Pinabete y fue incapaz de hablar con la verdad a los familiares de las víctimas.

¿Y todavía la premian? Hubiera sido mejor que le hubieran dado una salida airosa a una dirección de un centro cultural o un consulado o algo en donde no haga daño, porque créame, y sin ser pitoniso, le aseguro que, ante la ocurrencia de una calamidad, Laura Velázquez Alzúa no tendrá la capacidad de atender, como ha sido en el pasado reciente, con efectividad y eficiencia, una situación de riesgo. Es más, esta señora ha dejado constancia de su incapacidad, incluso, como simple vocera.

Lo qué si es cierto, es que, como ciudadanos, tenemos que estar preparados para enfrentar los riesgos que existen en nuestra comunidad, como individuos, como familias, como compañeros de trabajos y como parte de una comunidad. Tenemos que aprender y saber qué hacer en caso de la ocurrencia de calamidades sísmicas, hidrometeorológicas, socio-organizativas y físico-químicas.

Pero, además, como parte de esa cultura de protección civil que debemos tener y compartir en familia, hay que saber en caso de inundación, de fuga de gas, de incendio, y por supuesto, tener a la mano, las herramientas que nos permitan operar con eficiencia y salvaguardar nuestra integridad, la de nuestra familia, de nuestro patrimonio y del entorno. Esto es obligado.

Y si la Licenciada en Historia y Arte tuviera la sensibilidad necesaria, hubiera promovido de cara a este aniversario de los sismos, en coordinación con las aseguradoras, una campaña para asegurar las viviendas y para que todos tengamos un extinguidor en la casa y en los automóviles, para prevenir alguna tragedia en nuestro patrimonio. Pero, lamentablemente no ocurrió así y solo se limitó a un discurso mañanero lleno de yoyos y de buenos deseos, lo que, ante la ocurrencia de un sismo de grandes proporciones, habremos de jalarnos una oreja, nuevamente, y no nos alcanzaremos la otra. El que nació para burócrata, no pasa de… burócrata.

Y usted me preguntará: ¿hay en México personajes capaces de encabezar la Coordinación Nacional de Protección Civil? Por supuesto que sí y si alguien me preguntara, por supuesto que yo los nombraría.

Por cierto, de golpear a la Ciudad de México el gran sismo que se espera, con elevados daños materiales y humanos, las intensas aspiraciones presidenciales de la actual Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se irán al basurero de la historia, porque para nadie es un secreto que la funcionaria ha invertido más esfuerzos económicos y humanos en la puja para la carrera presidencial de 2024, qué en generar modelos reales de gobierno, atención ciudadana y protección civil, eficaces y eficientes, que ayuden a la sociedad de la capital del país ante la ocurrencia de calamidades.

PD. 1. Uno de estos personajes que ha trabajado bien el tema de la protección civil en Tamaulipas, es Pedro Granados Ramírez quien ha venido construyendo su experiencia en lo municipal, en Tampico, y ya lleva casi seis años en el área dependiente del Gobierno de Tamaulipas, haciendo las cosas bien, en donde le ha tocado participar, sobre todo en donde han pegado huracanes y han generado inundaciones que han afectado a los tamaulipecos. De la protección civil en otras latitudes, le voy a platicar en próximas colaboraciones.

Gracias por recibirnos. Sus comentarios son bien recibidos en nuestro correo electrónico hipodromo.politico@gmail.com. Y también estamos en Twitter @MXCarlosCortes.