26 de noviembre de 2024

La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

El inicio obligado: achicar la corrupción y gobierno austero

Dos asuntos, de la administración estatal del gobernador Américo Villareal Anaya, serán espacios gubernamentales, en los cuales el Ejecutivo estatal, podrá mostrar su vocación de representante de la IV T: la cruzada contra la corrupción –considerado por muchos observadores como el principal problema a enfrentar– y la austeridad republicana.

No serán muchos las áreas de gobierno en donde el cardiólogo, podrá meter mano sin que los contrapesos frenen sus impulsos.

Confrontando eficazmente esas desviaciones burocráticas, AVA podría surcar las turbulentas aguas de un gobierno fragmentado.

(Por si alguien duda, lo potente –en el sentido político y financiero– que convierte a un gobierno disminuir la corrupción y acatar la austeridad, recordemos al presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien cuando nadie le creía, ahorró más de 500 mil millones de pesos anuales atacando la deshonestidad –de los que están, de los que se marcharon– y en planes para salvar el presupuesto con la actitud austera de los servidores públicos, ha llevado al erario miles y miles de millones de pesos).

¿Qué el Congreso, atajará las propuestas de Américo?

Los bonos democráticos, no sólo sirven para alimentar el ego de los gobernantes; no. Son de utilidad también, para ganar debates con una de las herramientas más consistentes de todo político y todo gobierno: el peso de la autoridad moral que otorga la legitimidad.

¿Que no pasarán de inmediato las reformas tan urgentes para adecuar el gobierno estatal?

No importa.

El 2024, llegará en un cerrar de ojos.

Cogobernar será un desafío mayúsculo para AVA.

Pero aún en escenarios de confrontación, hay franjas de operación en un sistema diseñado para que un solo hombre conduzca el gobierno estatal.

¿Cuánto dinero podría recuperarse en una jornada abierta y amplia si se aminora la corrupción en las áreas burocráticas del gobierno tamaulipeco?

¿Cuánto recurso podría agenciarse, por ejemplo, si se hace una escrupulosa revisión de los contratos en el Sector Salud, en Obras Públicas, en Seguridad Pública y en etc.?

¿Qué monto aportaría a las finanzas del gobierno estatal, la ejecución de un plan de austeridad desde el gobernador, hasta alcaldes y regidores? (Disminuir compensaciones, abatir uso de celulares con cargo al gobierno, salarios de discreta medianía, bajar los costos de vehículos y combustible, etc.)

Apremia, que esas proyecciones, estén en marcha.

Con una deuda pública de más de 20 mil millones, las semivacías arcas gubernamentales, serán un fardo para el despegue de la IV T en la entidad.

Dura será la discusión del Ejecutivo, con el Legislativo y Judicial.

Como intensa, será la disputa por el presupuesto en el Congreso local: la mayoría panista, tiene en sus manos el destino de la orientación del gasto público.

AMLO, no inició con el cofre lleno, ni empezó con las manos totalmente libres.

Las políticas gubernamentales que le dieron oxigeno y sacaron a flote su proyecto, fueron el combate a la corrupción y la austeridad de su gobierno. Y para ello, no requirió de los otros poderes para nadar.

Ese puede ser, el plausible comienzo que la ciudadanía quiere ver de la administración de Villarreal Anaya.

¿Se puede?

¡Claro que sí se puede!

Con un añadido: hay que abonarle al 2024.