Por Martín Díaz
La reciente aparición de Claudia Sheinbaum en un videomensaje anunciando el supuesto regreso del beisbol profesional a Reynosa podría interpretarse como mucho más que el retorno de un deporte que genera pasión en la región fronteriza. La noticia, que de inmediato captó la atención de los medios y de la población local, deja entrever que estamos ante un acto político de mayor calado. El regreso del beisbol, tan esperado por algunos, podría marcar el ascenso de un nuevo grupo de poder en Tamaulipas, un grupo que, con el tiempo, podría tener una influencia decisiva no solo en los contratos millonarios que se firman a todos los niveles de gobierno, sino también en las decisiones políticas cruciales para el futuro del estado.
Este fenómeno se vuelve más intrigante si se toma en cuenta el contexto de las recientes luchas por el poder en Tamaulipas, particularmente entre los actores que han sido respaldados por el fallecido empresario Sergio Carmona, cuyo legado sigue vigente en la política local. En el horizonte aparece ahora el grupo Burgos, liderado por Jorge Alberto García Velazco, un hombre de antecedentes que se perfilan, al menos en la superficie, tan oscuros como los de Carmona. La diferencia, tal vez, es que este nuevo grupo ha logrado conectar con las figuras clave de la política nacional, uniendo esfuerzos y negociaciones con la dirigencia de Morena, la cual se ha mostrado más que dispuesta a apoyarlos.
Si se toma como referencia la visita de Sheinbaum a Tampico, Tamaulipas durante su campaña política por la Presidencia, la firma del “Acuerdo de Unidad para la Transformación” fue un punto de inflexión. Allí, uno de los nombres que no pasó desapercibido fue el de García Velazco, presidente del grupo Burgos, quien, a pesar de su historial turbulento, sigue siendo una figura influyente en los negocios en la frontera. Según investigaciones periodísticas, García Velazco estuvo involucrado en el contrabando ilegal de combustibles, específicamente de gasolina y diésel, desde Estados Unidos hacia México, a través de Tamaulipas, un negocio que le generó ganancias millonarias, pero también problemas legales en el pasado.
La relación con Morena, claramente estrechada durante la campaña presidencial de Sheinbaum, parece haber sido el catalizador para que el grupo Burgos lograra infiltrarse en la política tamaulipeca, al igual que lo hizo, en su momento, el fallecido Carmona. No es casualidad que, en Reynosa, el grupo Burgos haya logrado contratos millonarios de suministro de gasolina a las administraciones de Maki Ortiz y Carlos Peña, lo que no solo habla de su poder económico, sino también de la cercanía con quienes hoy ocupan posiciones clave dentro del gobierno local.
No menos relevante es el destino del parque de beisbol Adolfo López Mateos, entregado en comodato a García Velazco después de ser rehabilitado con una inversión pública de 25 millones de pesos. Un acto que, para muchos, puede parecer una simple operación administrativa, pero que refleja un patrón de beneficio mutuo entre los intereses políticos y empresariales. La inversión pública que financió la rehabilitación del parque no parece ser una coincidencia, sino más bien un pago anticipado por el apoyo político que el grupo Burgos ha sabido cultivar.
Sin embargo, la sombra de su pasado no puede ser ignorada. Según fuentes confiables, García Velazco pasó 12 años en prisión en los Estados Unidos, aunque esta condena no parece haber sido un obstáculo para su ascenso dentro de las élites empresariales y políticas de Tamaulipas. A lo largo de los años, ha demostrado una notable capacidad para sobrevivir en un ambiente de poder y corrupción, algo que, al parecer, sigue siendo su carta de presentación.
Y así, mientras la ciudadanía de Reynosa celebra el regreso de un deporte que les apasiona, en los pasillos del poder se gestan otros acuerdos más oscuros. El grupo Burgos, con su influencia creciente, parece estar dispuesto a ocupar el espacio dejado por Sergio Carmona, y aunque su rostro sea nuevo, las reglas del juego siguen siendo las mismas.
Por lo pronto, parece que los políticos carmonistas que están en el poder actualmente tienen los días contados.
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