25 de noviembre de 2024

Miguel Ángel Almaraz: el Rey Chapopotero

Por Oscar Díaz Salazar

Como si se tratara de uno de sus changarros, la refaccionaría, el rancho, o la empresa extractora, almacenadora, transportadora y comercializadora de hidrocarburos semi refinados (me refiero al bisnes del güachicol), el futuro presidente de Rio Bravo, Miguel Ángel Almaraz Maldonado, amenaza con No pagar las deudas de la administración municipal saliente.

El miembro distinguido del Cartel del Ducto, Almaraz Maldonado, demuestra su ignorancia y su visión patrimonialista de la política y la administración pública, al escribir en sus redes sociales que no se haría cargo de lo que los especialistas denominan como ADEFAS, que son las iniciales de la expresión Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores.

El guachicolero ríobravense debería ser más cuidadoso con sus dichos y sus hechos, pues si los ciudadanos de Rio Bravo le han tolerado y permitido, incluso celebrado, sus ocurrencias, su sinceridad que más bien es cinismo, y su pasado delincuencial, no será lo mismo tratándose de un servidor público de esa importancia y con esas responsabilidades que muy pronto tendrá.

El futuro alcalde de Rio Bravo debe empezar a reprimir su lengua, a sincronizar su boca con su cerebro, a moderar su actividad en redes sociales, a documentarse sobre sus derechos y obligaciones y a rodearse de personas que conozcan la ley y la administración pública,.

Almaraz debe entender que él gobierno municipal no es uno de sus changarros. Que es una institución con compromisos y obligaciones que se deben atender. Que hereda bienes, y también deudas, proyectos a medias, personal, activos y pasivos, deudas a corto, mediano y largo plazo.

Mal empieza, -y todavía no empieza-, el guachicolero de Rio Bravo con esos mensajes que lo exhiben como ignorante. Los ríobravenses le tuvieron confianza, aunque tuvieron las evidencias de que se dedicaba a la sustracción y venta de recursos de la nación, y que fue un guachicolero confeso y convicto… en el sentido original de esa palabra de muy reciente invención.

El de Rio Bravo pinta para ser un gobierno regido por la Ley de Herodes, y por lo mismo, muy interesante para la prensa de opinión, aunque muy lamentable para sus gobernados.