OPTICA POLITICA/ Por Aliber López

• “Complicada y difícil la transición de poderes en la entidad”
• “Más complicado, cumplir los compromisos de Américo”
• “Frenar la diabetes en Tamaulipas, será difícil”

Lo que está sucediendo en estos días parece muy complicado y difícil para el relevo gubernamental que recaerá en Américo Villarreal Anaya y su equipo, a partir del 1 de octubre; todos los comentaristas así lo aprecian. Sin embargo, a nosotros nos parece que, como se ha comprometido Américo con la ciudadanía tamaulipeca, de entregarse de tiempo completo a la solución de la problemática social y económica, tendrá dificultades mucho más complejas, en el desarrollo de su administración en muy corto plazo.

Como Américo es médico y su esposa María de la Luz Santiago Díez también, queremos referirnos al principal problema de salud que tendrán que enfrentar y buscar soluciones radicales para frenar su crecimiento; la diabetes flagela a México que ocupa el sexto lugar mundial en esa enfermedad, y en el país, Tamaulipas tiene un segundo lugar, aunque un primer lugar en esa enfermedad como causa de invalidez. La población con diabetes en la entidad alcanza a 451 mil 500 personas que son el 12.8 % de su población. Esto significa una gran tarea que el sector salud tiene, para mejorarlos en su calidad de vida.

Aliviar la situación de salud de alrededor de medio millón de habitantes en la entidad es un serio problema que se agudiza seriamente con la posibilidad de la progresión del número de tamaulipecos con diabetes, pues se da el caso de que tenemos más de un millón de niños y niñas con sobre peso y obesidad, candidatos seguros a contraer la diabetes de manera temprana en su existencia. Se impone la necesidad de frenar esos procesos que incrementarían el número de habitantes con esa indeseada enfermedad. Ni siquiera pensamos por ahora reflexionar sobre lo que repercute en el medio laboral que tengamos un ejército de 500 mil personas con baja productividad, que por cierto afectan mucho en la economía de la entidad.

El gran reto para Américo y su esposa, en este tema de la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, deberá centrar muchos esfuerzos en la prevención, pues a pesar del esfuerzo gubernamental en lo federal y estatal en la difusión que se está realizando ya con apoyo de algunos medios de comunicación para alejar a los escolares de la comida chatarra, hasta el momento no ha sido suficiente para cambiar los hábitos de consumo de las familias.

La azúcar refinada es una droga 8 veces mas adictiva que la cocaína, lo han dicho los científicos, las autoridades de salud federal y local, sin embargo, todavía muchas familias empiezan a endrogar a sus hijos con el consumo de productos a base de azúcares refinadas, ignorando el gran daño que le producirán a sus hijos. Ante esa situación, tanto las autoridades de salud y educación, así como los padres y madres de familia, tendrán que enfrentar con mayor firmeza, honestidad y disciplina, evitar esos consumos desde el hogar, la escuela y sus alrededores. Realizar campañas sistemáticas de orientación a las familias, a los directivos de las escuelas y a los maestros, prohibir la comida chatarra y los refrescos envasados en las escuelas y sancionar severamente a quienes, ante las advertencias, no apoyen esos proyectos de salud y educación.

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Hoy, hace 57 años, un puñado de jóvenes valientes, conformado por campesinos, estudiantes y maestros, integrantes del GPG (Grupo Popular Guerrillero) fundado por Arturo Gámiz asaltan el Cuartel de Madera Chihuahua, rebelándose contra las injusticias, los caciques y tala bosques de la región y la protección que realizaba de ellos el gobierno en turno. Murieron en el asalto al cuartel, 8 de los 13 que participaron en la acción, incluido el líder Arturo Gámiz.