(1-Noviembre-2023)
Por Oscar Díaz Salazar
Si tuviera que elegir una víctima del pleito ranchero entre Cabeza de Vaca y Maki Ortiz, – además del pueblo de Reynosa y el Partido Acción Nacional -, elegiría sin duda al ingeniero Juan García Guerrero.
El ingeniero civil que militó en el PAN por muchos años, a la par de presidir organizaciones de la sociedad civil con propósitos diversos, fue encarcelado injustamente por las fiscalías y los jueces al servicio de Cabeza de Vaca.
Estuvo encerrado por varios meses en el penal de Reynosa y en el de Altamira, porque un contratista incumplió un contrato a la COMAPA de Reynosa, donde Juan García había fungido como Gerente Técnico.
El ingeniero García ha dicho a todo aquel que pregunta y está dispuesto a escucharlo, que su encierro fue una represalia política y que se negó en todo momento a aceptar la condición de culpar a Maki Ortiz para lograr su libertad.
Y si bien es cierto que el empresario fantasma huyó con el adelanto de la obra de construcción de un carcamo de drenaje, Juan García aclara que el fallo de la licitación, la firma del contrato y la entrega del recurso, se hicieron cuando él ya no laboraba en la COMAPA, pues había sido relevado por un personaje afín al ex gobernador.
Este incidente en la muy extensa carrera empresarial y política de Juan García, antes que mancharlo, lo enaltece, pues fue una víctima del cabezato que no se dobló ante la oferta de superar el escollo, con acusaciones (falsas) a terceros.
Para cuando Juan García se viene a Reynosa a ayudarle a Maki Ortiz, ya había sido candidato a diputado local por un distrito de Ciudad Victoria, logrando una votación superior a los treinta mil sufragios, contra un rival de la talla del Doctor Rodolfo Torre. También fue candidato a presidente municipal de la capital, con muy buena votación, pero superado por el hoy emecista Arturo Diez.
Juan García fue factor fundamental para darle alcances estatales al grupo de Reynosa (Peña Ortiz) y para extender su cartera de aliados estratégicos en diversos sectores.
Es un tipo persistente, sencillo, frontal, que no rehuye el debate, que sabe de tiempos y que es de fiar, aún como enemigo.
Les hablo de este personaje porque se inscribió en morena para ser considerado en la encuesta de la que habrá de surgir el candidato a diputado federal por el quinto distrito.
Como mensaje para los cabezones y como reconocimiento para los que no sucumbieron a sus amenazas, merece estar en esa encuesta, pasar ese primer filtro.
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