24 de septiembre de 2024

Telegrama/ Por Oscar Díaz Salazar

Olga Juliana

De adentro y de afuera, contribuyentes y empleados, de la Oficina Fiscal de Reynosa, se quejan de los desmanes que hacen los entenaditos de la diputada federal Olga Juliana Elizondo: Carlos Osorio, apodado el Charly y Eduardo Treviño, alias el Wally.

Con una larga trayectoria como politicastros, con mucho tiempo enchufados a la nomina y con hartos méritos en el Partido Revolucionario Institucional, la dupla del Charly y el Wally, se han instalado como los jefes paralelos de la Fiscal, encargados de tratar con los tramitadores, conocidos popularmente como coyotes, charoleando con la protección de la diputada regiomontana, que los dejó bien recomendados con la Tesorito.

El asunto ya se ventila en redes sociales y da para mucho más.

Chucho Lavin

Aunque lo despiste muy bien, créanme que tengo simpatía por el secretario de Administración Jesús Lavin Verástegui, alias el primo de El Truko. Le tomé aprecio desde que me platicaron que es el único funcionario y amigo del gobernador, que se atreve a hablarle derecho, que es capaz de disentir, y que eran muy frecuentes las discusiones que sostenía con él ache gobernador, por cuestiones de trabajo, por tener criterios y opiniones diferentes.

Por eso es que no me alegra enterarme que muy pronto se irá del gabinete, al contrario, siento que será una pérdida importante, porque esa labor de contraste es muy útil para los gobernantes, y la historia lo registra desde los lejanos tiempos del imperio romano, en los que un emperador mantenía cerca a un colaborador cuya tarea era recordarle «eres mortal».

Me informan que el equipo de Lavín, el de la Secretaría de Administración, -y lo aclaro porque también manda en la Contraloría-, ya recibió indicaciones de prepararse para la salida.

PAN

Parece que se cumplió aquello que advertía Don Luis H Álvarez, en esa frase que tanto citan los panistas, -aunque sin reflexión y sin modificar su actuación-, que señala: «Nunca nos derrotó la derrota, que nos nos derrote ahora la victoria».

Los panistas de Tamaulipas están paralizados, asimilando la derrota, haciendo el recuento de los daños, haciendo un reacomodo en su círculo de amistades, pues las que estrenaron con el poder, con el poder se fueron y los que abandonaron por el poder, ya no están dispuestos para ellos.

Los derrotó la victoria, los perdió el mal uso del poder y la mala actuación en el gobierno. Hoy sabemos que no son mejores que los de siempre (PRI), que no son tan decentes como presumían, que no tenían intención de corregir las cosas, solo querían los beneficios para ellos. Con todo lo que hicieron en el gobierno, no les queda seguir con ese discurso de opositores que se escandalizan y señalan los actos de corrupción y las malas prácticas en el gobierno, y por eso es que no los vemos ni los escuchamos.

En su regreso, si algún día regresan, deberán omitir el tema de la corrupción en sus discursos, pues su líder el señor Francisco N, los inhabilitó para tocar esos temas que eran las banderas del panismo tradicional. Nos podrán hablar de efectividad, de compromiso social, de profesionalismo, de innovación en la administración pública y de muchos otros temas, pero ya dejaron de ser «señoritos» de los de antes en eso de la corrupción, ya pecaron, ya supieron cómo es eso de comer con manteca, ya los derrotó la victoria.