Victoria: elección de tercios

Por Oscar Díaz Salazar

Reynosa, Tam (22-Febrero-2024).- Hay júbilo y optimismo en los equipos de Oscar Almaraz Smer y Luis Torre Aliyan, al saber que la coalición que mal gobierna la capital de Tamaulipas, va a postular al Lalillo Gattás, el aspirante más conocido, detalle que más que representar una ventaja, significa un lastre, pues es conocido por corrupto, trampa, sinvergüenza, violento y corriente, muy corriente.

Definidos los prospectos en las dos coaliciones prian y morena, PT, Verde, así como el de Movimiento Ciudadano, y dando por descontado la participación testimonial o la no participación del PRD, tenemos de inicio un empate de las tres fuerzas, que nos permiten augurar una elección de tercios, y si bien en el arranque el tercio mayor, con ventaja de un solo dígito, la tiene Lalo Cuerdas, por sus abundantes negativos – para utilizar el vocabulario de los expertos en marketing político -, o por su fama de «trampa grande» y rata cola pelona, para decirlo en términos de la raza, el pronóstico es que al final de la campaña, la pelea se va a cerrar entre Oscar Almaraz y Luis Torre, siendo el prospecto naranja quien tiene mayores posibilidades de convencer al electorado victorense.

El elector de Ciudad Victoria es quizás el elector más selectivo, más informado, más consciente de todo el Estado. Los victorenses saben que la recuperación de los servicios públicos y el mejoramiento de la imagen urbana, no se la deben al porro que en algún tiempo fue choguma de Enrique Cárdenas, los capitalinos saben que las arcas del gobierno estatal se abrieron para regresarle a Victoria su esplendor, por decisión e instrucciones del gobernador Américo Villarreal Anaya. Y también saben que la permanencia de Gattás, para saldar deudas económicas con la Viuda de Carmona, abarata la imagen de la 4T, acorrienta el debate con las otras fuerzas políticas y con la prensa, le quita lustre a un gobierno que se asume humanista.

Azul o naranja son las mejores opciones, y si me apuran un poquito más, les recuerdo que el azul trae ribetes tricolores de un pasado no muy lejano, que mucho nos ha costado superar, y en contraste, el naranja viene con los efectos luminosos (fosfo, fosfo) y el empuje de la juventud y un buen origen.

Con la certeza y la confianza de que Victoria estará bien atendida por el señor del 15, en lo que resta del sexenio. No se requiere, es más estorba y perjudica, la permanencia de la runfla que despacha en la casona del 17 Hidalgo.