24 de noviembre de 2024

AL VUELO/ Motel 

Por Pegaso 

Esta jocosa historia, de un autor anónimo, la vi en Internet apenas anoche y me causó mucha gracia:

EL MOTEL CHABELITA….. MUY ECONÓMICO… PERO EXIGENTE!!!!

Para los que nunca han ido y conocido el MOTEL CHABELITA, ahí les va para que no se sorprendan.

El otro día fui al motel Chabelita para desaburrirme un rato, cuando llegué al lugar observé dos puertas, y en cada una había un letrero.

En una de las puertas puerta decía:

“Si es viejo entre por esta puerta».

Y en la otra decía:

«Si es joven entre por aquí”

Y pensé: No soy tan joven pero tampoco tan viejo, bueno me voy a meter en la puerta de los viejitos para llevármela suave.

Cuando entré vi dos puertas y un letrero que decía:

“Si lo tiene grande entre por esta puerta y si lo tiene chiquito entre por aquí”

Y dije: Pues…, me voy por la que lo tienen chiquito, pues ya para que presumir.

Cuando entré me encontré con dos puertas más y un letrero que decía:

“Si tiene mucho dinero, entre por esta puerta y si no tiene, entonces entre por esa otra.»

Y pos decidí meterme a la puerta de los que no tienen dinero.

Al cruzar la puerta me di cuenta que salía a la calle de nuevo y sorprendido volteé a ver, y sobre la pared había un letrero que decía:

“Si ya estás viej0, lo tienes chiquito y no traes dinero ¡que chingaos vas a hacer aquí adentro!  ¡Lárguese a dormir a su casa pinche viejo pendejo y calenturiento!…

¡Je, je, jeeee!

Eso me recordó otro chistorete que dice así:

En esta vida, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si estás sano o estás enfermo.

Si estás sano, no te preocupes, pero si estás enfermo, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si te mueres o si vives.

Si vives, no hay de qué preocuparse, pero si te mueres, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si te vas al cielo o si te vas al infierno.

Si te vas al cielo, no hay de qué preocuparse, pero si te vas al infierno, vas a estar tan ocupado saludando a la raza que ni tiempo tendrás de preocuparte.

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso, cortesía de The Reader’s Digest: “La hilaridad, medicamento indubitable”. (La risa, remedio infalible).